MANIFESTACIONES MARIANAS

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San Nicolás, en Buenos Aires, Argentina

La manifestación de María en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, Argentina, comenzó el 25 de setiembre de 1983. La Virgen María se le apareció a la señora Gladys Quiroga de Motta en su habitación, mientras rezaba el rosario. Ella estaba vestida de azul, como en las imágenes clásicas; tenía al Niño en sus brazos y un rosario en la mano.

Tres días después tuvo una segunda aparición. Y nuevamente, el día 5 de octubre. Dos días después, fiesta de Ntra. Sra. del Rosario y ante una nueva aparición, Gladys le pregunta cuál era el motivo de su visita. María le contesta sin palabras: le da la visión de un templo. Unos días después, el 12 de octubre, Gladys le manifiesta al P. Pérez, párroco de la catedral, lo que le está sucediendo.

El 13 de octubre —aniversario de la última aparición de Fátima—, María se aparece y le habla por primera vez: "Has cumplido. No tengas miedo; ven a verme. De mi mano caminarás y muchos caminos recorrerás". Y le da a leer un significativo texto de Ezequiel en la Escritura (2,4-10). El texto expresa una misión y comienza diciendo: "Son hombres obstinados y de corazón endurecido, aquellos a los que Yo te envío para que les digas: 'Así habla el Señor'".

Los mensajes se hacen seguidos. El 8 de noviembre le habla y le da a leer Ex 25,8: "Me harán un Santuario y habitaré en medio de ellos". El día 12 María le habla y Gladys siente un aroma de rosas y también, un fuerte olor a incienso. Tiempo después, el 27-6-87, María le dirá: "Aquel que huele el perfume de mis rosas conmigo camina".

La imagen

El 15 de noviembre es Jesús, el que por primera vez le habla: "Soy el sembrador, recojan la cosecha, será grande". Y ese mismo día, María se proclama: "Yo soy la patrona de esta región. Hagan valer mis derechos". Con esto, María recuerda que ella, como Nuestra Señora del Rosario, había sido la patrona de la parroquia de San Nicolás. Su imagen, bendecida por el Papa León XIII, había ocupado un lugar destacado en la Catedral inaugurada en 1884. Deteriorada con el tiempo, esa imagen yacía depositada en el campanario.

El 24 de noviembre, Gladys se dirige, con un grupo de personas, al lugar que María le mostrara para edificar el templo. Será en el campito de la Virgen. Al día siguiente le dice: "El Espíritu Santo es tu guía, debes obedecer. Elegido está el lugar de mi morada; todo queda en manos de ustedes".

El día 27 de noviembre, el P. Pérez se da cuenta de que la imagen abandonada en el campanario, coincide con la descripción de Gladys. La vidente la reconoció inmediatamente y María le dijo: "Me tienen olvidada pero he resurgido... Quiero estar en la ribera del Paraná".

Los estigmas

El viernes 16 de noviembre de 1984, Gladys recibe los estigmas.

La medalla

El 2 de diciembre de 1984, la Virgen le dice: "Debes hacer acuñar una medalla con mi imagen de la advocación de María del Rosario de San Nicolás y, en el reverso, la Santísima Trinidad con siete estrellas".

Y el 25 de setiembre de 1985, María le revela el significado de la medalla: "Hija mía, te diré el significado de las siete estrellas. Son siete gracias que mi Hijo Jesucristo concederá a quien la lleve sobre su pecho".

El Santuario

El 25 de setiembre de 1986 —tercer aniversario de la aparición— el obispo, Mons. Castagna, coloca la piedra fundamental del templo. Es un santuario amplio, de 80 metros de largo, dominado por una cúpula. El domingo de Ramos de 1989 se inaugura la primera parte de la construcción y se traslada la imagen de la Virgen.

El 2 de febrero de 1985, había dicho María: "Bendito el momento en que el Señor eligió a este pueblo, y bendito porque lo eligió para que Yo tenga mi gran casa, esa casa que será de paz y de sosiego, lugar donde acunaré a millares de hijos, que vendrán en busca de amor. Asistiré a los enfermos, a los caídos, a todo hijo perteneciente a la gran familia de Dios, porque mi Misión es atender al rebaño del Señor" (Mens. 463).

La consagración al Corazón de María

Los hechos de San Nicolás están relacionados con Fátima. Un signo es la fecha del primer mensaje. Y el 13 de mayo de 1989, María lo explicita: "Hija mía, hoy como entonces en Fátima, nuevamente son mis visitas aquí en la Tierra; aunque son éstas más frecuentes y prolongadas, ya que la humanidad vive momentos de gran dramatismo. ¿Es que el hombre no ha comprendido aún que sólo debe estar al servicio de Dios? Perecerá su alma si se resiste a hacerlo. Muchos corazones no aceptan mi invitación a la oración, a la conversión; es por eso que la obra del diablo crece y se extiende. Hijos míos: por medio de la oración y la conversión, retornarán a Dios; que no encuentre Él aridez en sus corazones. Alabado sea el Altísimo. Predícalo" (Mens. 1655).

El 10 de agosto de 1986, María había explicado la consagración a su Corazón Inmaculado: "La consagración no quita la libertad del cristiano, no lo anula, sino que lo hace crecer interiormente, hace que el espíritu se renueve día a día, se introduzca en mi Corazón y se alimente completamente de él. De esta manera se llega a amar a Jesús en forma total, sólo por medio de mi Corazón. Mi corazón da y exige, mas no exige lo imposible" (Mens. 939).

El 2 de febrero de 1990, María expresó el contenido práctico de la consagración: "Gladys, quiero que mis hijos consagrados le den a la Madre, cuanto Ella pide. Dedicarle a la oración, por lo menos una hora diaria. Comulgar diariamente. Ser humildes. Estar al total servicio de María. Agradecer a Dios cada día vivido como consagrado. Estar unidos al Amor del Hijo. Pedir la gracia de vivir bajo la Luz del Espíritu Santo. La consagración debe ser hecha en un día especial de la Madre. Es ésta la consagración que pido en mi Santuario" (Mens. 1798).

Difundir los mensajes

Como en otras apariciones, María quiere que sus hijos sean difusores de sus mensajes. Le dice a Gladys: "Da a conocer lo que te doy. El que quiera creer que crea y el que quiera oír que oiga" (27-1-84).

Les dice a todos: "En estos tiempos, en que el veneno del maligno parece contaminarlo todo, el Señor se manifiesta para que sea posible la salvación de las almas. Estas palabras pueden llegar a debilitarse si se guardan, si no se extienden; deben ser anunciadas en toda la tierra. Quiero oración, unión y fuerza en los espíritus, ya que ahí radica la eficacia del mensaje de esta Madre. Hijos míos: los invito a ser evangelizadores de sus hermanos. Amén, amén. Predícalo hija" (Mens. 1585 del 26-12-88).

Y el 28-2-89: "Gladys, están cayendo los hombres, en una progresiva autodestrucción. Es por eso que es tan necesario en estos momentos, difundir las palabras de esta Madre. El Señor ha marcado para estos tiempos un signo: la Mujer vestida de Sol. Ella es la esperanza a la que deben aferrarse los hijos. La Madre ha puesto su mirada en ustedes, pongan ustedes sus ojos y su corazón en Dios. Las Glorias sean a Él. Hazlo conocer" (Mens. 1616).

Fin de los mensajes

El 11 de febrero de 1990, día de Ntra. Sra. de Lourdes, Gladys recibe el último mensaje para ser publicitado. Como en Cuenca con Pachi, también aquí continúa en Gladys una vida de mensajes y comunicación privada con Jesús y María.

El día 25 de agosto de 1990, Mons. Domingo Castagna consagró el Santuario, San Nicolás y la Argentina a Dios, por intermedio del Corazón Inmaculado de María.

San Nicolás se ha transformado en un lugar de peregrinaciones. El 25 de setiembre, según lo refleja la prensa, han acudido hasta más de 200.000 personas. De la experiencia mariana de San Nicolás, han surgido familias religiosas: una de mujeres y otra de varones.