MARÍA Y EL MUNDO

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Mensajes de María en Conyers

"Hace 75 años vine a Portugal pidiendo oraciones y sacrificios en reparación
por los pecados del mundo. Hoy vengo pidiendo lo mismo" (13-5-92).

"Ustedes han elegido ser esclavos. Ustedes están atados al pecado. Mi Hijo les ofrece libertad. Vengan a Él y reciban nueva Vida. Él es el Camino, la Verdad, la Vida. Él es la Resurrección" (13-4-93).

"A mi juventud, a mis hijos jóvenes en todo el mundo: les extiendo una invitación especial de amor para que regresen a mi Hijo. Muchos de ustedes viven en pecado grave. Por favor no deben ofender a Dios por más tiempo, mis queridos pequeños" (13-8-93).

"Diles esto a mis hijos: Dice el Señor: deben saber que el aborto es un asesinato. Dejen de cometer asesinatos. Yo soy el Creador; no ustedes. Yo soy el Autor de la vida; no ustedes. No maten lo que he creado. El mandamiento de Dios es: no matarás" (13-2-94).

"De China vendrá una gran guerra. No confíen en China. No voy a decir nada más" (1-6-93).

"Ustedes no saben lo que les espera y qué es lo que tienen cerca. Les digo solemnemente que hay una falsa paz en el mundo. No se dejen engañar por ella. Permanezcan firmes en su fe" (13-9-93).

María nuestra Madre Amorosa

"Muchos de mis hijos están viviendo en grave pecado. Si no enmiendan sus vidas, un mayor sufrimiento caerá sobre la humanidad. Ninguna nación se salvará. Les ruego que enmienden sus vidas" (13-10-93).

"La humanidad padecerá en esta década grandes sufrimientos. Les estoy advirtiendo de la guerra más grande que jamás haya conocido el hombre, si no se arrepienten. Les ruego que escuchen estas palabras. Se acerca el momento del cual les estoy hablando" (26-12-94).

"Se los ruego hijos, no deben seguir ofendiendo a Dios. Vengo para alertarlos seriamente. Una gran guerra vendrá al mundo, mayor que todas las anteriores conocidas por el hombre" (13-10-97).

"Por favor, queridos hijos, deben cesar de ofender a Dios. Les he avisado de guerras, de desastres naturales. Hambre, sequías, inundaciones, epidemias y sufrimientos de toda clase y ustedes no alcanzan a comprender lo que Dios quiere: que enmienden su modo de vivir. Oren como nunca han orado antes. Oren, hijos, oren" (13-10-94).