MARÍA Y EL MUNDO

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Mensajes de María en La Salette

El mensaje de La Salette es un comienzo de las advertencias actuales para toda la humanidad. En ese momento histórico, se refiere especialmente, pero no sólo, a Francia y Europa.

El mensaje es extenso (30 números) y tiene dos partes: la histórica y la apocalíptica. Publicamos la primera de ellas.

1. "Melania, lo que voy a decirte ahora no será siempre un secreto; podrás publicarlo en 1858" (año de la aparición de Lourdes).

2. "Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, los sacerdotes, por su mala vida, por sus irreverencias y por su impiedad en celebrar los santos misterios, por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se han convertido en cloacas de impurezas. Sí, claman venganza y la venganza está suspendida sobre sus cabezas. ¡Maldición a los sacerdotes y a las personas consagradas a Dios, que con sus infidelidades y su mala vida crucifican de nuevo a mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al cielo y piden venganza y ésta se halla suspendida sobre sus cabezas, porque ya nadie implora misericordia y perdón para el pueblo; porque ya no hay almas generosas, ya no hay personas dignas de ofrecer la víctima inmaculada al Eterno, en favor del mundo".

3. "Dios va a herir de un modo como no hay ejemplo. ¡Desventurados los habitantes de la tierra! Dios va a agotar su cólera y nadie podrá sustraerse a tantos males reunidos".

4. "Los jefes, los conductores del pueblo de Dios, han desdeñado la oración y la penitencia y el diablo les ha ofuscado la inteligencia; se han transformado en estrellas errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola, para hacerlos perecer. Dios permitirá a la vieja serpiente sembrar la división entre los reinantes, en todas las sociedades y en todas las familias; se padecerán males físicos y morales; Dios abandonará a los hombres a sí mismos y enviará castigos que se sucederán durante más de treinta y cinco años".

5. "La sociedad está en vísperas de los más terribles azotes y de los más grandes acontecimientos; se debe aguardar ser gobernado por una barra de hierro y beber el cáliz de la cólera de Dios".

6. "Que el vicario de mi Hijo el soberano pontífice, Pío IX, no salga más de Roma, desde el año 1859; pero que sea firme y generoso, que luche con las armas de la fe y del amor; yo estaré con él".

7. "Que desconfíe de Napoleón; doble es su corazón y cuando intente hacerse, al mismo tiempo, papa y emperador, Dios no tardará en abandonarlo; es un águila que, queriendo elevarse constantemente, terminará por caer sobre la espada de la cual quería servirse para hacerse elevar por los pueblos".

8. "Italia será castigada por su ambición de sacudir el yugo del Señor de los Señores; también será entregada a la guerra; la sangre correrá por todas partes; las iglesias serán cerradas o profanadas; los sacerdotes, los religiosos, serán expulsados; se les hará morir y de una muerte cruel. Muchos abandonarán la fe y grande será el número de los sacerdotes y religiosos que se separarán de la verdadera religión; entre ellos también habrá obispos".

9. "Que el Papa esté en guardia contra los hacedores de milagros, porque ha llegado el tiempo en que los prodigios más estupendos tendrán lugar sobre la tierra y en los aires".

10. "En el año 1864, Lucifer y gran número de demonios, serán desatados desde el infierno; poco a poco abolirán la fe, hasta en las personas consagradas a Dios; las cegarán de tal modo que salvo el caso de una gracia particular, esas personas tomarán el espíritu de los malos ángeles; muchas casas religiosas perderán totalmente la fe y se perderán muchas almas".

11. "Los malos libros abundarán sobre la tierra y los espíritus de las tinieblas difundirán por todas partes un relajamiento universal para todo lo que se relacione con el servicio de Dios; adquirirán un enorme poder sobre la naturaleza; habrá iglesias al servicio de esos espíritus".

"Serán transportadas algunas personas de un lugar a otro, por esos espíritus malos, hasta sacerdotes, porque ellos no serán guiados por el buen espíritu del Evangelio, que es espíritu de humildad, caridad y celo por la gloria de Dios. Habrá extraordinarios prodigios en todos los lugares, porque la verdadera fe se ha apagado y la falsa luz ilumina el mundo. ¡Ay de los príncipes de la Iglesia que sólo se hayan ocupado de acumular riquezas sobre riquezas, de salvaguardar su autoridad y de dominar con orgullo!".

12. "El vicario de mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque durante un tiempo la Iglesia será víctima de grandes persecuciones; será ese el tiempo de las tinieblas; la Iglesia pasará por una horrorosa crisis".

13. "Olvidada la santa fe de Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Los poderes civiles eclesiásticos serán abolidos, y pisoteados serán todo orden y toda justicia; no se verá más que homicidios, odio, envidia, mentira y discordia, sin amor por la patria ni por la familia".

14. "El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin, para recibir su sacrificio. Los malvados atentarán muchas veces contra su vida sin poder hacerle daño; pero ni él ni su sucesor verán el triunfo de la Iglesia de Dios".

15. "Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo designio, que será el de abolir y hacer desaparecer todo principio religioso, para dar lugar al materialismo, al ateísmo, al espiritismo y a toda clase de vicios".

16. "En el año 1865 se verá la abominación en los lugares santos; en los conventos, las flores de la Iglesia estarán corrompidas y el demonio se erigirá en rey de los corazones. Que los que se hallan a la cabeza de las comunidades religiosas, presten atención a las personas que deben recibir, porque el demonio empleará toda su malicia para introducir en las órdenes religiosas, a personas entregadas al pecado, pues los desórdenes y la pasión por los placeres serán difundidos por toda la Tierra".

17. "Francia, Italia, España e Inglaterra entrarán en guerra: la sangre correrá por las calles; el francés luchará contra el francés, el italiano contra el italiano; a continuación habrá una guerra general, que será espantosa. Por un tiempo, Dios se olvidará de Francia y de Italia, porque el Evangelio de Jesucristo no es ya conocido. Los malvados desplegarán toda su malicia, hasta en las casas habrá muerte y matanzas mutuas".

18. "Al primer golpe de su espada mortífera, las montañas y la tierra toda se estremecerán de espanto, porque los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los cielos. París será incendiada y Marsella engullida; muchas grandes ciudades serán sacudidas y sepultadas por terremotos; se creerá que todo está perdido; no se verán más que homicidios; no se oirá más que rumor de armas y de blasfemias. Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas subirán hasta el cielo y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia y buscará mi ayuda y mi intercesión. Entonces, por un acto de su justicia y de su misericordia infinita para con los justos, Jesucristo ordenará a sus ángeles que den muerte a todos sus enemigos. De pronto, los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los pecadores perecerán, y la tierra quedará como un desierto. Entonces se hará la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado; en todas partes florecerá la caridad. Los nuevos gobernantes serán el brazo derecho de la santa Iglesia que, a su vez, será fuerte, humilde, piadosa, pobre, solícita e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado en todas partes y los progresos de la fe serán grandes, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo y porque los hombres vivirán en el temor de Dios".

(Nota: el subrayado, que pretende destacar algunas cosas cumplidas o proféticas, pertenece a la redacción).