Reconociéndote como Virgen,
Madre y Señora, acudimos a tu entrega y servicio de Mediadora
por el Pueblo
de Dios, encomendándote
el resguardo
y la integridad
de nuestro carisma en su desarrollo histórico

Cristo Vive ¡Aleluia! N° 64

Oración de consagración del Movimiento a María




María de Nazaret, Hija santísima de Dios Padre,
Arca de la Nueva Alianza, Mujer llena del Espíritu Santo:
Recordando tu mediación de Gracia
en Caná y en el Calvario,
queremos aceptar gozosamente tu Señorío
asociado al de Jesús,
poner nuestra vida en tus manos,
reconocernos como servidores tuyos
y como tales, comprometernos a seguir
con amor, confianza y fidelidad
todo lo que tu hijo dice y nos enseña en el Evangelio.

También, acogiéndonos a tu protección maternal,
entregamos y consagramos El Movimiento de la Palabra de Dios
a tu corazón inmaculado, según el requerimiento
de tu manifestación en Fátima
convalidada por tantos gestos de la Iglesia.
Y reconociéndote como Virgen, Madre y Señora,
acudimos a tu entrega y servicio de Medianera
por el Pueblo de Dios, encomendándote
el resguardo y la integridad de nuestro carisma
en su desarrollo histórico.

Como pequeños e indignos hijos tuyos, te pedimos
que transformes nuestra vida en el Amor del Reino,
identificándola con la de Jesús, Pastor y Maestro,
Sacerdote y Señor.
Que de este modo podamos participar de la Santidad
que nuestro querido Padre Dios nos ofrece
a través de su Hijo y de Vos misma,
por la actividad resucitadora y santificadora
del Espíritu Santo.

Y que un día podamos compartir con vos,
Madre y Señora nuestra, el gozo de la alabanza eterna.
Amén.

Para gloria de Dios.


El P. Ricardo realizó este gesto de consagración del Movimiento al Corazón de María al finalizar la Eucaristía de cierre de la Jornada de María del 15 de agosto de 1988.

Jesús es la Esperanza que este mundo desconoce
El P. Ricardo, fundador del MPD

P. Ricardo
Cristo Vive Aleluia!
Nº 64, p. 17 (1988)